domingo, 19 de enero de 2014

"LAGUNA EXPERIENCE" Visitas guiadas en La Laguna

El pasado mes de Octubre, se presentó una nueva empresa, Laguna Experience, cuyo objetivo es exclusivamente difundir el patrimonio, cultura e historia de San Cristóbal de La Laguna, a través de actividades y visitas guiadas.

Laguna Experience no es turismo con guía, es una experiencia articulada a través de un equipo de profesionales altamente cualificados que hará sentir al cliente los más de 500 años de Historia que conserva esta ciudad. Todo esto, gracias a meses de trabajo e investigación por parte del departamento de contenido, encabezado por el historiador Dámaso Luis.

Hoy, el visitante es formado e informado, planifica y gestiona sus vacaciones a través de internet y las redes sociales, busca, contrasta y marca su propio itinerario. La llegada de miles de visitantes a La Laguna pone de manifiesto un interés creciente sobre nuestro patrimonio y cultura. Laguna Experience da respuesta a esa demanda de turistas que buscan sumergirse en la historia de Canarias, una iniciativa dinámica, fresca y didáctica, que reporta tantos valores añadidos como el visitante esté dispuesto a disfrutar.

Ofertan una experiencia regular de tour guiados en diferentes idiomas, además de visitas nocturnas, gastronómicas, temáticas y didácticas, así como la posibilidad de disfrutar de un intérprete de lenguaje de signos. Durante el recorrido, mostraremos al visitante la que fuera capital de las Islas, sede de la primera universidad canaria y Patrimonio de la Humanidad.

No dejes de disfrutar de esta nueva experiencia.

Mas información en www.lagunaexperience.com

sábado, 28 de diciembre de 2013

El desecho se hace arte





"Waste Coast". Imagen que muestra residuos en la costa de Fuerteventura


Un ejército de hombres lata se ha paseado ya por medio mundo. Alemania, Francia, Italia, España, Rusia, China, Egipto... el Ártico. Y tiene intención de recorrer también la otra mitad. En 2014 llegarán a Israel y el Tíbet. En 2015, a Latinoamérica. Este particular batallón de mil figuras de hojalata hecho a partir de residuos es denominado Trash People (Gente Basura) y es obra del artista alemán Hans-Jürgen Schult, conocido como HA Schult, que a principios de los años sesenta comenzó a preocuparse por el medio ambiente y a reflejarlo en el arte. Fue uno de los primeros en hacerlo. Pero en esa época comenzaron a proliferar este tipo de trabajos. Exposiciones fotográficas, esculturas ambulantes, performances, arte que interacciona con la naturaleza… ¿Qué artista no quiere causar un impacto? En este caso, pretenden concienciar acerca de la necesidad de cuidar el Planeta, criticar la cultura consumista y promover la reflexión sobre una sociedad que genera cantidades ingentes de residuos cada día.

Un autobús-jardín en mitad de un vertedero; un muro de basura en una playa; un río de periódicos cubriendo una calle en una gran ciudad, o una instalación natural en pleno bosque en la que el creador vivió durante meses. Son algunos ejemplos de arte con mensaje ambiental. De artistas que, a partir de sus manifestaciones, pretenden remover conciencias. Y, aunque reconocen que la preocupación por el medio ambiente se refleja desde hace unos años, hay quien considera que tal vez nunca lo hará de forma suficiente, debido a las dimensiones del problema: el ser humano ha causado tal impacto en el Planeta que este está dando señales de que es posible que ya no tenga futuro tal y como lo conocemos. Esta corriente procura reflejarlo, convencidos los creadores de que, si bien el arte quizás no pueda cambiar el mundo, sí puede intentarlo.



'Contenedor' gigante y los asistentes podían lanzar su basura
a este embudo con una catapulta.

Esta es la filosofía de HA Schult, quien a sus 74 años se define como “más activo que nunca”. El artista, que reside en Colonia (Alemania), está convencido de que el arte ambiental es el arte del futuro. “Producimos basura y nos convertimos en basura”, explica. Es su materia prima. Su Trash people ha cumplido ya 13 años. Hecha a base de elementos reutilizados, como latas de refrescos, cables o material electrónico, el paso del tiempo no la ha desgastado. Los soldados de 1,80 metros que componen este ejército de hojalata siguen como el primer día, recorriendo el mundo para advertir de que el ser humano deja huella en el Planeta. Pero esta no es, ni mucho menos, la única acción que ha llevado a cabo el creador. A finales de los años sesenta fue arrestado por cubrir con desechos una calle de Múnich; en la década siguiente, hizo que un avión se estrellara contra un vertedero en Staten Island (Nueva York); en los ochenta, la calle Washington Street (Nueva York) se convirtió en un río de 600 millones de periódicos New York Times. HA Schult asegura que su arte se dirige a todo aquel preocupado por el medio ambiente y que es financiado por compañías también involucradas en la ecología. Es un entusiasta de su trabajo: “El arte no puede hacer políticas, ni química, ni medicina. Pero el espectador de arte sí puede hacerlas”.

  
Igual de entusiasta se muestra Irene Sanfiel, Zireja, tinerfeña que estudió Administración y Dirección de Empresas pero que siempre ha querido dedicarse al arte. Aún no puede vivir de él, aunque aspira a conseguirlo. La joven acaba de ser galardonada por la Agencia Europea de Medio Ambiente por una de sus fotografías, Waste Coast. Estaba de vacaciones en Fuerteventura y le llamó la atención la presencia de una gran estructura metálica, de escombros, en una playa. “En un punto de información leí que muchos residuos provenientes del mar iban a parar allí, y que antiguamente la gente usaba esos materiales, por ejemplo maderas, para fabricar sus casas”, relata. “Así que pasé un rato haciendo fotos. Pretendo reflejar las consecuencias del consumo masivo sobre el medio ambiente… mover conciencias e intentar fomentar el cambio porque, de lo contrario, acabaremos enterrados en basura”, añade. Y matiza que esa transformación tiene que comenzar por el propio individuo, por pequeñas acciones que modifiquen sus hábitos.


Vivió un año en Ghana y se quedó impresionada por el estado de la costa de Accra, “plagada de desechos”. Allí estuvo trabajando con artistas plásticos y músicos en torno a este tema. Aunque esa es solo una de sus líneas de acción. La otra, la relación del ser humano con la basura, algo que ha plasmado en una serie de fotografías en los centros de gestión de residuos de Tenerife. La artista lamenta que en España no esté “más desarrollado” el arte ambiental, aunque asegura que en los últimos años ha aumentado considerablemente el número de creativos dedicados a esta temática, “sobre todo en el campo del diseño y del do it yourself (hazlo tú mismo)”.

  
'Waste Floating'. Planta de residuos Tenerife, Zireja

Así lo destacan también en Basurama, un grupo de siete personas que emprenden proyectos que tienen algo en común, la basura en sus distintas manifestaciones. “Como punto de partida para pensar, para pensarnos, para pensar la ciudad y también como herramienta para transformarla”, explican Rubén Lorenzo y Manuel Polanco, dos miembros del colectivo. El proyecto nació en el año 2000 en la escuela de arquitectura de Madrid como un festival de reciclaje. Cuentan que querían desmarcarse del modelo que tenían a su alrededor. Y, poco a poco, esa iniciativa fue evolucionando. Desde entonces, han desarrollado más de 200 proyectos en más de 40 países. “Tenemos diversas líneas de actuación, pero los desechos siempre están presentes en ellas. Les damos una segunda vida, los dignificamos”, comentan. Y añaden: “No nos gusta dar una respuesta a la gente, entre otras cosas porque muchas veces nosotros ni la conocemos, pero sí queremos promover la reflexión”.

La entrevista se produce en su taller, en Madrid, en el que todo es reutilizado. Rápidamente explican que ellos hacen “algo más que arte con basura”, que le dan utilidad a algo que la sociedad ha considerado inútil y que intentan hacer visibles las consecuencias del consumo masivo. Como en ‘Eres lo que tiras’, que llevaron a cabo en 2007 en el Festival Internacional de Benicassim, un muro de diez metros de ancho por cinco de alto fabricado a partir de la basura del propio festival. O In love we trash, proyecto desarrollado en varias partes del mundo, como Polonia o Tailandia. “Llama la atención lo distinto que era el hinchable a base de plásticos que preparamos en ambos lugares. Mientras que en Tailandia usamos un plástico proveniente del vertedero de Bangkok, y tuvimos que limpiarlo y repararlo para poder utilizarlo, en Polonia usamos los propios plásticos que cubrían la maqueta de la feria en la que participábamos, que estaban nuevos, daba vergüenza casi llamarles basura”, comentan.

Betsabeé Romero, que también emplea material reutilizado, señala que el arte lleva la ecología hacia lo simbólico y lo cultural. “Ese es el plus. Trabajo en un sentido muy amplio el concepto de reciclaje. No solo reciclo las llantas, cuya vida como basura es mucho más larga que su vida útil, sino que he elegido trabajar con neumáticos porque es el instrumento emblemático de la velocidad y modernidad industrial. Los reciclo y utilizo como instrumento de impresión, como herramienta para la memoria”, indica esta artista mexicana que ha presentado su obra en más de 30 exposiciones individuales en Nueva York, Francia, España o Egipto. Está convencida de que es necesario partir de la comunidad y del sentimiento identitario para trabajar. Por ello, dice, le gusta interactuar con el entorno. Dos ejemplos de ello son Todos los caminos llevan al supermercado y Como un jardín en un pajar. El primero, una espiral formada por carros de la compra y bolsas, “un ciclo asociado al consumo que tiene que ver con una producción y un mercado que al final satura de basura”, en la que trabajó con alumnos de la escuela de arte de Nueva York. El segundo, un autobús escolar convertido en jardín que instaló en Chimalhuacán, una ciudad a las afueras de México DF: “Invitaba a los niños a subirse y se convirtió en el único espacio verde de la zona”.

En un lugar totalmente distinto, en mitad de un bosque, Will Beckers, artista holandés afincado en Bélgica, instaló su Willowman Project, una iniciativa enmarcada en la Expo Holanda, por la cual este creador ideó un ambiente completamente natural, una instalación donde él vivió y trabajó durante seis meses. El land art es una corriente consistente precisamente en esto, en crear arte integrado en el paisaje. “El reto consistía en ver la naturaleza de forma completamente nueva para reencontrarse con la esencia. El público se vio obligado a cambiar de marcha, los efectos de la alta tecnología desaparecían y eran reemplazados por pura sencillez en contacto directo con el entorno natural”, señala. Uno de sus objetivos es “despertar un recuerdo dentro de la conciencia de los visitantes a la obra, confrontarles con la naturaleza y, de esta forma, auspiciar el diálogo entre ambos”. Pretendía generar una reacción en el público, fomentar la sostenibilidad y la educación en sostenibilidad. Y se pregunta: “¿Hay algún artista que no sea también activista?”

Autor: María Sosa Troya.
Fuente: El Pais

viernes, 20 de diciembre de 2013

La danza sufí de los derviches turcos



Un cuento sufí del siglo XIII narra que, en una ocasión, un sabio manifestó que "la música es el chirrido de las Puertas del Paraíso". Una persona cerrada de mente contestó: "No me gustan los chirridos de las puertas", a lo que el sabio respondió. "Oigo las puertas cuando se abren, pero tú las oyes cuando se cierran".

El sufismo es una corriente mística del Islam, que engloba a unos 50 millones de personas de todo el mundo. Su propósito es inspirar una unión entre los seres humanos y Dios, mediante la elevación del alma a unos estadios más avanzados de conciencia. Además de esta faceta espiritual, el sufismo ha dado lugar una rica cultura, en forma de música y poesía, que se ha desarrollado en diferentes ámbitos y países, siendo especialmente destacables a este respecto los ejemplos de Turquía, Pakistán y Senegal. Esto se explica por el hecho de que la expresión emocional de la fe se intensifica no sólo a través de la meditación, sino también mediante técnicas artísticas como la música, la poesía y la danza.

La mayoría de los sufíes están organizados en tariqas u órdenes, que han creado elaborados rituales de recitación, que incluyen danzas destinadas a generar estados místicos que faciliten el camino de los iniciados (muridin) hacia la unión con Dios.

En Turquía, existen tariqas como la Halveti (Jalwatiyya), Rifai (Rifaiyya) y Kadiri (Qadariyya). Estas órdenes sufíes llevan a cabo encuentros donde se recita de forma colectiva el dhikr (frases o expresiones que recuerdan y alaban a Dios), basándose en el verso coránico: "Recordadme y os recordaré". También son recitados los Atributos divinos que aparecen mencionados en el Corán, versos del Libro y alabanzas a la figura del Profeta Muhammad.

Los sufíes más conocidos a nivel internacional son, sin embargo, los derviches de la Orden Mevlevi, que son famosos por sus danzas giratorias que realizan con el acompañamiento de poesía cantada del Mathnawi, la principal obra del fundador de la Orden, Yalal al Din Rumi (1207-1273), uno de los más importantes sabios sufíes de todos los tiempos. Rumi pasó a ser conocido con el nombre de Mevlana (maestro) por sus seguidores porque les enseñó un método de perfeccionamiento espiritual. Este método incluye tres elementos que trascienden las barreras de la comunicación humana: la música, la poesía y el recuerdo. La combinación de estos tres aspectos tiene lugar en la ceremonia de la danza giratoria (Sema).

La Sema, compuesta por siete partes, representa el viaje místico de un individuo hacia Dios. La ceremonia intenta reflejar la naturaleza giratoria de todo lo que se encuentra en la naturaleza, desde las galaxias a los átomos. Mediante la Sema el sufí llega al conocimiento de la Verdad, lucha contra su ego y abraza la perfección. Cuando regresa de su viaje espiritual, lo hace como alguien que aspira a servir con amor y entrega a toda la creación.

En lo que se refiere a las largas ropas blancas que los derviches llevan en la Sema, éstas representan mortajas para el ego; los largos gorros en forma cónica simbolizan tumbas de piedra para ese mismo ego. Durante la danza mística, que puede durar horas, el derviche mantiene el brazo derecho levantado para recibir simbólicamente las bendiciones y energía de lo alto, mientras que el izquierdo está inclinado hacia abajo con el fin de derramar las bendiciones recibidas sobre la tierra. Los derviches forman un círculo y cada uno de ellos se mueve en armonía al ritmo de la música, aumentando lentamente la velocidad e intensidad de los movimientos hasta que todo termina en una cumbre de exaltación espiritual.

Durante su vida, Rumi escribió una enorme obra literaria. Además de su obra cumbre, el Mathnawi, que está compuesto por seis libros y casi 25.000 pareados, compuso 2.500 odas místicas y 1.600 cuartetos. En el Mathnawi se expresa la voz de lamento del alma humana, que desea abandonar su exilio terrenal, buscando la reunificación con su Creador. Rumi enseñó que el amor era el camino hacia el crecimiento espiritual y el perfeccionamiento interior. En su obra, expresaba también una gran tolerancia hacia las personas de cualquier creencia.

"Quienquiera que seas, ven
Aunque seas un incrédulo, un pagano o un adorador del fuego, ven
La nuestra no es una hermandad de desesperación
Aunque hayas roto tus promesas de arrepentimiento cien veces, ven".

Después de la muerte de Rumi, comenzaron a surgir pequeños grupos de seguidores que se expandieron por el territorio turco. Estos grupos construyeron semahanes (lugares donde se lleva a cabo la Sema), que se convirtieron también en centros educativos y de reunión de la comunidad.

Desde Turquía, la Orden Mevlevi se extendió a otras partes del Imperio Otomano, incluyendo varios países mediterráneos, de los Balcanes y de la Europa Oriental. En todos ellos se construyeron edificios para albergar las actividades de la Orden. Muchos de ellos se han conservado hasta hoy en día.

La Orden Mevlevi vivió su apogeo durante el Imperio Otomano. Muchos sultanes otomanos eran miembros de ella y esto explica el considerable poder que los Mevlevis llegaron a ostentar en aquel tiempo. Sin embargo, tras el golpe de estado de Mustafa Kemal y el inicio del régimen kemalista, los musulmanes turcos pasaron a sufrir una difícil prueba que ha llegado hasta hoy. El estado laicista prohibió en 1925 las tariqas sufíes y confiscó sus propiedades. Hubo que esperar hasta 1953 para que el Estado turco autorizara de nuevo la realización de la danza derviche. Sin embargo, el Estado trató de mantener la Sema bajo su control y buscó también su secularización. Para ello contrató a personas que no pertenecían a la Orden para que realizaran estas danzas, con fines esencialmente turísticos. Así pues, ya no se trataba entonces de una Sema que mereciera tal nombre, sino de un simple espectáculo.

La prohibición llevó a los Mevlevi a realizar este tipo de prácticas de una forma secreta en sus casas o en otros lugares. Esto ha continuado ocurriendo así hasta los años noventa, con excepción de la celebración religiosa que tiene lugar cada 17 de diciembre en el Mausoleo donde reposan los restos de Rumi, situado en la provincia de Konia, y a la que acuden decenas de miles de Mevlevis. No obstante, con los cambios políticos y sociales habidos en Turquía en los últimos años y su posible adhesión a la Unión Europea, es probable que todas las restricciones que todavía pesan sobre las actividades espirituales de los sufíes turcos sean levantadas y sus tariqas puedan vivir de nuevo un notable florecimiento espiritual, similar al de pasadas épocas.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Torre de Babel



Hola, me presento: mi nombre es Ventura Alemán, soy escultor, vivo en Tenerife, Islas Canarias, y estoy preparando una exposición junto a Juani C. Franquiz, pintora de Gran Canaria, también en las Islas Canarias. La muestra gira en torno a un libro mítico, La sociedad del espectáculo, de Guy Debord, y te escribo para explicarte algunos detalles de esta exposición y pedirte tu participación.
El libro del que partimos es un poco complejo de resumir. Para esta exposición nos hemos centrado en ideas de esa obra que creemos que siguen muy vigentes a pesar de haber pasado más de 40 años desde su primera publicación: el consumo desmedido, la sobreproducción de bienes, la invención de necesidades… «El consumo alienado se convierte en un deber para las masas, un deber añadido al de la producción alienada», afirma Debord en su libro.
Nos parece que este trabajo del escritor y filósofo francés adquiere gran actualidad en este momento en el que el modelo de producción y consumo se ha roto, y nos planteamos hacerle ahora una relectura.
En el marco de esta idea, hemos desarrollado distintas obras que formarán parte de nuestra exposición, pero este mensaje es para explicarte una en concreto y pedirte tu colaboración. Muchas de las reflexiones que inspiran estos trabajos se basan en la idea de la reutilización, eliminar necesidades superfluas, de rehacer nuestros conceptos sobre lo que realmente necesitamos.
La idea de la que partimos es la de recoclar nuestras tarjetas de crédito; las que el banco nos da para hacer nuestro pagos con ella, las que nos ofrecen para préstamos dinero, las tarjetas de la tiendas que nos convierten en sus clientes a crédito.
Ahora que la clave de esta crisis es el crédito, estas tarjetas sembolizan el modelo que hemos vivido hasta este momento y representa en alguna medida la responsabilidad de cada uno de nosotros en la pervivencia de ese modelo.
Reciclar las tarjetas y darles una nueva utilidad, convertirlas en una obra artística, es una propuesta que nos resulta atractiva. La calidad plástica de esas piezas es muy grande, se presentan con infinidad de imágenes y contenidos, tienen textos y colores, y tienen, sobre todo, un formato uniforme.
Nuestra intención es trabajar con las tarjetas y hacer esculturas con ellas, iniciamente hemos pensado utlizar modelos de la papiroflexia, pero también nos atrae las idea de la torre de naipes, como reflejo de la ficción que hemos vivido en torno al consumo.
La tercera idea que completa esta reflexión es la de la torre de Babel. En la historia sagrada, la torre de Babel fue un acto de rebelión contra Dios. El nombre de su constructor, Nimrod, significa ‘rebelión’. Los humanos intentaron llegar al cielo para demostrarle a Dios lo que podían hacer sin su ayuda. Dios se asustó al ver de lo que eran capaces los hombres si se ponían de acuerdo y los castigó haciendo que no se entendieran entre ellos.
Dependiendo de la respuesta de ustedes a esta propuesta es posible que ese castillo de naipes acabe convirtiéndose en una gran torre de Babel, hecha con nuestras tarjetas de desecho. Una torre que simbolice la Rebelión contra un modelo de crédito, que nos invita a consumir más de lo que necesitamos, a gastar más de lo que debemos. Un grito al nuevo dios de los mercados, que le diga que si nos juntamos podemos hacer grandes cosas solos, que no necesitamos su modelo de consumo, que no queremos su crédito, que, a su pesar, nos entendemos entre nosotros y que cada vez más hablamos el mismo idioma.
Para hacer esto posible te solicitamos que nos envíes las tarjetas que tengas caducadas, o aquellas que, sin estarlo, no quieras usar más. Que revises tu cartera y pienses cuántas de esas tarjetas no necesitas usar más, no quieres usar más.

Para evitar usos indebidos de las tarjetas, te propongo que anules la posibilidad de emplearlas como tales: que les arañes la banda magnética, que les cortes los números de control, que las pintes y las personalices, les añadas un mensaje, si quieres, antes de enviárnoslas…

Recortar los números de control con un cutter o con una maquinita de agujerear.

Mis dirección es  Camino El Rayo nº 9, La Laguna C.P.38293, Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, España. Y mi correo electrónico venturaleman@yahoo.es

Esperamos tus tarjetas ansiosamente, así como cualquier crítica o aportación que quieras hacernos, todas ellas formarán parte de la pieza final. Te pedimos además que lo difundas lo más que puedas, queremos llegar a mucha gente para tener más posibilidades de hacerlo real.

La escultura ya ha empezado con esta carta. Todo el proceso de aquí en adelante es la pieza que les proponemos hacer entre todos.
Un abrazo.
Ventura Alemán

martes, 5 de noviembre de 2013

Espacio para el arte en la calle. Proyecto Solar

Espacio para el arte en la calle

El proyecto Solar de Lola Bardel se instala en Santa Cruz

La cultura es asunto indiscutible de las instituciones públicas pero también lo es, de la misma manera, de la ciudadanía. Crear redes culturales a través de los recursos propios del ciudadano es lo que pretende el proyecto 'Solar'. Así, el entramado urbano y social que circunda a un solar que pertenece a un ciudadano (Suárez Guerra, 15, entrada por Pi y Margall, Santa Cruz de Tenerife) es responsable y partícipe de las propuestas culturales, entendiéndolas como propias.
En su presentación y estreno, la primera muestra artística se titula 'Actitud' como premisa. Actitud como su definición indica es la postura del cuerpo humano, especialmente cuando es determinada por los movimientos del ánimo, o expresa algo con eficacia y, también, como la disposición de ánimo manifestada de algún modo. La actitud delante o detrás de la cámara fotográfica, con pinceles en la mano o cualquier otro método. Lo importante es posicionarse. Ver algo, envalentonarse y colocarse frente a ello.
Artistas que trabajan directa o indirectamente el tema de la 'actitud' son muchos. De hecho, todo arte es producto de una forma de posicionarse. En esta ocasión se cuenta con la participación de Encarneviva, Perreko, Rafael Pinillos, Emilio Prieto, Ionut-Daniel Ungureanu y Dea Woon Kang.
No se trata de un proyecto de comisariado activista, es decir, no pretende cambiar el mundo ni denunciar desigualdades, la única reivindicación es la de la cultura como herramienta y como responsabilidad. Solar quiere ser todo eso. Un espacio privado brindado a la cultura pública. Un proyecto coordinado por Lola Bardel con proyección de futuro.
 
Fuente: lagenda.org